Por: Andrés Felipe Peña
Mejía
“Un montón de
piedras dejan de ser simplemente un montón de piedras, en el momento en que un
solo hombre las contempla dibujando dentro de sí la imagen de una catedral”
-Antonie de Saint
Exupéry-
A
lo largo de la historia nos topamos con innumerables personajes que con su
carisma, excéntrica personalidad,
inteligencia y prestigio, lograron formar parte de los primeros
eslabones de una jerarquía social que reconocía su autoridad. Estos personajes
son evidentemente saben la influencia que tienen sobre sus grupos sociales y de
esta manera interactúan con el mismo para lograr distintos fines; pero es aquí
donde se denota la principal diferencia entre lo que se reconoce en la
modernidad como líder y jefe.
La
palabra líder tiene una etiología muy discutida entre los estudiosos del tema,
sin embargo el origen más aceptado por la RAE es su raíz en la lengua inglesa
proveniente de la palabra “leader”. Actualmente el líder, es aquella persona
íntegra que con sus actitudes éticas y morarles y su capacidad para reaccionar
frente a las adversidades, GUIA y ORIENTA a todo un grupo social donde estos lo
reconocen como un líder sin caer en la obediencia; este líder acepta
cuestionamientos sin ejercer ninguna actividad de cohibición, el líder es aquel
que integra, cuestiona, expone, organiza y orienta a un grupo hacia un objetivo
determinado y aceptado por el grupo social. Caso que no ocurre con el jefe, ya
que este hace parte de la jerarquía del grupo y estos lo reconocen por su
autoridad sin la necesidad de sentir empatía; la obediencia es el factor
primario de reconocimiento y el liderazgo en este caso puede ejercerse hacia un
objetivo escogido únicamente por el jefe.
El
liderazgo, entonces, se reconoce como una práctica social ideal para el
desarrollo de distintos espacios, como comunidad, como organización, como
equipo de trabajo, etc, donde todos tienen la oportunidad de ejercer la
dirección del grupo y poder ser reconocidos como líderes si en algún momento el
grupo decide que el anterior líder debe ceder. El liderazgo social se convierte
en una actitud activa frente a la realidad donde el factor TRASFORMACIONAL es
crucial para el desarrollo comunitario; lo más interesante de esta actividad es
el rol que juega cada integrante del grupo social, comunidad, o equipo de
trabajo, ya que el papel individual de cada uno es igual de importante al del
líder, ya que el grupo se convierte en una masa integra pero flexible, y la
jerarquía pierde su pirámide para convertirse en una relación lineal.
EL
líder es un concepto más moderno, ya que se desenvuelve mejor en estos
contextos flexibles donde la jefatura de un grupo puede ser heredada, designada
o simplemente reconocida. Este fenómeno explota todo su potencial gracias a la
mayor flexibilidad ejercida por el medio para esto, ya que cada grupo social
puede hallarse en contextos diferentes y la existencia de un líder para cada
grupo es crucial para su desarrollo.
BIBLIOGRAFIA
·
Revista
Galego-Portuguesa De Psicoloxía e Educación N°s 11-12 (Vol. 13) Año 10°-2006,
El Liderazgo Social, Vicente González Radío, Universidade da Coruña.
·
Liderazgo
y ciudadanía en tiempos de colegio, Gestion Ciudadana, Año 2009
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